En fibra promovemos la reutilización de edificios o sitios abandonados o subutilizados. Muchas veces nos encontramos con promotores de la “obra nueva” y tenemos que tratar de compartir, en breve, por qué rehabilitar. Actualmente rehabilitar no sólo está de moda, en el contexto de la crisis climática, social y económica, sino que podría ser más conveniente para todos. A continuación, les resumo los principales argumentos.
Para partir, en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC) se define “Rehabilitación de un inmueble”: como la recuperación o puesta en valor de una construcción, mediante obras y modificaciones que, sin desvirtuar sus condiciones originales, mejoran sus cualidades funcionales, estéticas, estructurales, de habitabilidad o de confort. Es decir, más que un “maquillaje”, es una acción estratégica para que un edificio “viejo” vuelva a ser “útil” para su uso anterior o un nuevo uso.
La rehabilitación se considera una alternativa cada vez más interesante frente a la demolición y nueva construcción, salvo en aquellos casos que el nivel de deterioro lo vuelve inviable. Los motivos para optar por ella van desde los beneficios netamente ambientales, al reutilizar una estructura existente evitando escombros y nuevos materiales, hasta beneficios económicos y sociales, incluso asociados a contribuir a la cohesión social.
Los beneficios ambientales de rehabilitar, relacionados con la extensión del “ciclo de vida del edificio”(König, 2010), en términos generales tienen que ver con la disminución de emisiones, desde el origen de los materiales, pasando por el edificio en funcionamiento, hasta rehabilitación o demolición. En edificios comparables, sólo después de 20-50 años se podría igualar el gasto energético de un edificio nuevo a uno rehabilitado, dependiendo cuán eficiente es el edificio nuevo (Mohr, 2010).
Asimismo, en análisis de costo-eficiencia, un edificio con nivel medio de deterioro rehabilitado versus un edificio nuevo en el mismo lote tendría un costo adicional de 26% (Alba-Rodriguez, 2017). Entre los beneficios económicos de rehabilitar, no sólo entra en juego el valor de los materiales nuevos ahorrados, sino también se valoriza el tiempo, tiempos de permisos y de ejecución. Los permisos por obras menores, que no alteren su estructura, pueden ser más expeditos llegando a tomar la mitad que permiso de obra nueva. Por otro lado, la disminución de inversión en materiales nuevos muchas veces iguala costos totales con la mayor complejidad y requerimientos de más mano de obra, pero aumentando el empleo (Rypkema, 2009; Novogradac, 2011).
Desde la perspectiva social, recuperar y poner en valor aquello que ha sido parte del paisaje barrio por bastante tiempo, pero que está deteriorado o abandonado y/o es foco de incivilidades, suele tener un efecto positivo en la cohesión social. La cohesión social tiene entre sus elementos principales el sentido de pertenencia. Valorizando aquellos lugares que todos reconocemos y/o que habitamos como comunidad, reconociendo a sus usuarios e historias y pudiendo dotar de una imagen familiar y a la vez renovada al entorno. Esto es aún más claro con edificios de valor patrimonial, que la comunidad quiere dejar como legado a futuras generaciones, pero también permite subsanar aquellas “promesas rotas” de proyectos que están inconclusos o en desuso y que afectan el paisaje y orgullo barrial.
En Cerro Navia hemos detectado un galpón municipal deteriorado y con uso de acopio y bodegaje, que inicialmente fue diseñado para ser el Centro Productivo de Oficios de la comuna. Es un espacio idóneo para el Centro Emprendedor de Cerro Navia, que considera la infraestructura existente como un recurso financiero y comunitario, donde décadas después se podrá poner en funcionamiento y articular la oferta para el fomento al emprendimiento de base local.
Recuperar un edificio deteriorado, en un sector con bajos índices de emprendimiento, y rehabilitarlo como centro de innovación y espacio de encuentro para emprendedores, es una primera señal de que hay recursos subutilizados y todos podemos repensarlos para que el ecosistema y comunidad emprendedora florezca y se enorgullezca de su origen.
Además, rehabilitar, desde una perspectiva ambiental, social y económicamente eficiente, nos permite aportar al Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, Meta 11.c Proporcionar apoyo a los países/comunas menos adelantados, incluso mediante la asistencia financiera y técnica, para que puedan construir edificios sostenibles y resilientes utilizando materiales locales.
Queremos ser muchos más quienes detectamos oportunidades de infraestructura abandonada o subutilizada y que trabajamos por revitalizarla para y con sus comunidades. Dejemos de coleccionar “canchas tristes”; “estaciones abandonadas”; “fábricas inactivas”; “espacios comunitarios tipo elefantes blancos sobredimensionados”. Llenemos de actividad esos valiosos espacios que están en todos lados.
Referencias:
Alba-Rodríguez, M., Martínez-Rocamora, A., González-Vallejo,P., Ferreira-Sánchez, A., Marrero,M., Building rehabilitation versus demolition and new construction: Economic and environmental assessment, Environmental Impact Assessment Review, Vol. 66, 2017, 115-126, https://doi.org/10.1016/j.eiar.2017.06.002.
König, H., & Institut für Internationale Architektur-Dokumentation. 2010. A life cycle approach to buildings: Principles, calculations, design tools. Munich: Edition Detail
Mohr, Catherine (2010) `The trade-offs of building green´ [Video]. Disponible en: http://www.ted.com/talks/catherine_mohr_builds_green
Novogradac, (2011) Financing Affordable Rental Development, Jobs Created by New Construction and Rehabilitation. Disponible en: https://www.novoco.com/sites/default/files/atoms/files/florida_white_paper_draft_job_creation_021511.pdf
Rypkema, D. (2009) Economics and the built cultural heritage Council of Europe. Heritage and Beyond, Council of Europe Publishing, Strasbourg.
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